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VIII
![021.jpg](https://static.wixstatic.com/media/fb4e45_319696b5707f4130b75d3c11e019ebf2~mv2_d_3264_2448_s_4_2.jpg/v1/fill/w_492,h_367,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/021.jpg)
Jugamos a las escondidas,
como no podía ser menos.
Si giro la cabeza
la pierdo de vista;
hago que me distraigo,
cuelgo una prenda y otra
-¡ya no está!-
Repaso la humedad de la tierra
en las macetas…
-¡y aparece!-
Es bella, me tienta nombrarla:
“langosta de ojos grandes”,
esmeraldina…
Vino con el calor,
extrañamente sola
-¿cómo no albergarla?-
Riego las hojas con cuidado,
amorosamente…
Que no le falte el agua…
Que los tallos más finos
la disparen de nuevo
al rubor del día.
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